Honda CB900 Bol D’or Cafe Racer by Composites Ses Salines

La Honda CB900 Bol D’or Cafe Racer, puede que no esté en el top 10 de las motos más chulas que se hayan hecho. Y tampoco creo que esté situada entre las 50 mejores.
Honda imaginó la moto en una época en el que el diseño era deportivo y la complementaba unas ruedas Comstar. Pero como todo en esta vida, los diseños también cambian y ninguno de los dos actualizó la Bol D’or.

Dejando de lado mi opinión sobre la moto, el fabricante japonés recibió alabanzas por el trabajo realizado en la CB900. La Bold D’or fue la anterior de la mítica CB750, que se construyo para enfrentar a los demás fabricantes que hacían mejores motos que las CB750 clásicas.

Trás el paso de muchos años, la Bol D’or se ha vuelto una buena sustituta de la CB750, por lo que cada vez se pedía más.
Desde la isla de Mallorca, el pintor Andreu Nevado, le llamó la atención este tipo de motos, por su estilo retro y su gran motor, por lo que se compró una Bol D’or de 1979 y empezó a diseñarla como a él le hubiese gustado que fuese.

Nos cuenta Andreu que tardó 1 año en modificar por completo la moto junto a su amigo Berny, el primer cambio empezó eliminando la carrocería de plástico de Honda. Quería que el subchasis estuviese a la mismo nivel que el depósito de gasolina y para ello hicieron un diseño totalmente recto por toda la moto.

Gracias a la ayuda del soldador que tenía a continuación del taller, transformó el marco de la moto y le enseñó las nociones básicas de soldadura para que pudiera transformarla personalmente. Desde ese momento ambos buscaban pedazos de chatarra que pudiesen servir para hacer las partes que le faltaban a la moto, como las defensas, reposapiés, soportes de los faros, la caja de la batería y la base del asiento. Es más consiguieron crear un sistema nuevo de escape con una configuración 4 – 1.

Andreu quiso hacer la cubierta trasera con resina epoxi y que estuviera a la misma altura del deposito de gasolina, como la Bol D’or inicial. Otro cambio fue el túnel de gasolina para que quedara en la misma línea que el bastidor, también quitó la caja de aire para que tuviese un hueco mas amplio, debido al gran tamaño del motor. Quería una delantera fuerte y potente, por lo que pensó en poner dos barras de horquilla invertida como en los diseños actuales.

Después quitó las llantas Comstar pasadas de moda y puso unas con radios de estilo tradicional con la confianza de poder aclopar un combo delantero y otro trasero de 18 pulgadas, para así conseguir toda una Honda CB900 Bol D’or Cafe Racer. La rueda delantera la consiguieron enseguida, una llanta con radios de una BMW GS1100R, en cambio la trasera no fue tan fácil de encontrar.
Muchos piensan que vivir en la isla frente a la costa Española es un lujo, pero a él no se le hizo el día a día tan sencillo, todo lo contrario. Buscó sin parar en eBay, incluso llegó a pensar que no encontraría la llanta que necesitaba, ni la última pieza para terminarla, hasta que apareció una rueda de una Suzuki Savage que se podría adaptar al basculante de Honda.
Y por fin la moto pisó de nuevo la carretera.

Para que el motor de Honda fuese lo más potente posible, le colocamos un escape personalizado y filtros de potencia, al igual que se modificaron los carburadores con un kit Dynojet y algún que otro cambio en el sistema eléctrico.

La moto volvía a estar a punto de chapa y electricidad, pero le faltaba el remate final, que Andreu le diese su toque a su Honda CB900 Bol D’or Cafe Racer, la pintura. Eligió una pintura en polvo de color Porche perlado para el chasis y los componentes metálicos, para el resto un gris metalizado desgastado que tenía efecto aluminio y las piezas finales en negro satén, negro mate y aluminio, cepillando tornillos en acero inoxidable pulido. Por útimo, no podía faltar la marca, y se puso el emblema clásico de Honda en su color inicial.

¿Qué opinas de la Honda CB900 Bol D’or Cafe Racer de Composites Ses Salines?

Fuente original – Return of the Cafe Racers

Fotos Joan Vidal Fotografía

error: