mini cafe racer

Mini Cafe Racer

¡Hola! Cuando sueñas con hacerte una cafetera a tu gusto, siempre se suele empezar pensando en las mejor bases para lograr ese diseño o idea que te quita el sueño por las noches ¿Pero qué es lo que pasa si quieres algo para tu hijo o hija? ¿Le compras una minimoto sin más? No creo jeje, si eres un loco o loca de las motos personalizadas estoy seguro de que querrías algo guaper guaper para los más peques del garaje. Y eso es lo que le ha pasado a José María, un miembro de la comunidad de CRP que sin pensárselo dos veces ha construido una auténtica mini Cafe Racer ¡Ñas!

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¡Muy buenas! Primeramente decir que me llamo José María Santana López, tengo 38 años y vivo en Málaga. Desde muy pequeño tengo pasión por las motos. Hace bastante tiempo que sigo mediante revistas y estupendos blogs como el de Cafe Racer Pasión, las últimas transformaciones de motos, a las que considero muchas de ellas obras de arte.

Después de tener varias burras (no sin mucho esfuerzo), he conseguido tener dos motos a las que adoro, una Ducati Monster S2R1000 personalizada por mí y una Vespa XL de treinta años, restaurada y también con un toque personal. Ninguna de las cuales me gustaría vender. Es por eso, que aunque me llamaba mucho el intentar hacer una transformación de una moto, no tenía mucho dinero para comprar la base, accesorios, etc.

Pero seguí dándole vueltas a la idea de fabricar una moto como las de las revistas, contando que no disponía apenas de presupuesto para esto y mucho menos de tener que mantener una tercera burra. Además de que no quería seguir las normas tan estrictas a nivel de homologaciones que hay en España. Ya que las motos que más me gustan, son las que han sido construidas desde cero por su creador aunque nunca pudieran ser homologadas. Pienso que el arte no debe tener límites.

Así que viendo un día jugar a mi hijo Marco con su moto de juguete, que con solo dos añitos y medio es un forofo total de las motos, me vino la inspiración. Decidí intentar crearle a mi hijo una como las de las revistas pero a escala. Fijándome en creadores a los que les doy muchísimo valor por tomar como base motos a las que muy difícilmente alguien pudiera pensar sacar una buena Cafe Racer, por ser difíciles o poco comunes, como por ejemplo XTR Pepo a nivel nacional, o el magnífico ED Turner por nombrar alguno internacional. Sin desmerecer al resto de constructores claro.

Así fue como busqué la moto base más básica que pude encontrar, una minimoto deportiva por aire de unos 40cc de segunda mano. El motor estaba muy bien y el resto no me importaba mucho ya que lo cambiaría casi todo. La desmonté por completo y ya la iba visualizando en mi cabeza. No todo fue tan fácil como pensaba, me encontré con multitud de problemas ya que no soy ningún experto, y como me dijeron, fue complicado hacer lo que quería, ya que para una mini Cafe Racer no hay casi ningún repuesto del estilo y todo tendría que ir hecho a mano.

Poco a poco el proyecto iba tomando forma y con la ayuda de dos buenos amigos que me ayudaron bastante, fui superando cada uno de los obstáculos. Decir que fue hecha en mi cochera y con herramientas básicas. Se hicieron a mano los reposapiés, adaptación del foco tipo Harley, miniguardabarros delantero (que hubo que repetir hasta 3 veces para dejarlo a mi gusto), cortar semimanillares, caballete completamente artesanal, sillón hecho a mano entero, pulido de piezas, etc.

Dos de los detalles más importantes que tiene la moto y que más me gustan, son la doble cuna que se le soldó al chasis en su parte delantera (la trasera también fue modificada y acortada, igual que el escape) para darle el aspecto de «moto grande», y no parecer que tenía el motor colgando. Y la otra pieza clave de la moto sería el depósito. Este me produjo infinidad de quebraderos de cabeza, ya que fue muy difícil adaptarlo al chasis de doble viga que traía la moto, pero el resultado creo que habla por si solo. Dos detalles muy importantes del depósito son el tapón artesanal labrado con el nombre del grupo «JS CUSTOMERS» y el nivel exterior, sacado de la idea de muchas horas mirando motos por internet.

Una de las cosas que no se ven y que estoy más orgulloso, es que era tal el nivel de exactitud de ergonomía que quería que tuviese la moto, que utilizaba a mi hijo Marco como piloto de pruebas jejeje. Para que cuando alguien del tamaño de la minimoto se montara, la postura y demás fuesen como la de una cafetera «grande».

Ya estoy preparando otro proyecto tipo Scrambler con un motor minibike Franco-Morini de los años 70, que puede quedar muy bien. Pero eso será otra historia jejeje.

Muchas gracias por leerme.

Un saludo y gasss.


¡Wow, qué emoción! No hay nada mejor que ver proyectos artesanales como este, en donde la pasión y la ilusión sobrepasan al dinero y los conocimientos personales. Hace más el que quiere que el que puede, y así lo ha demostrado José María con su mini Cafe Racer… bueno, la de su hijo ;)

Un millón de gracias hermano por contar con nosotros para mostrar tu obra y mucha fuerza para tu próximo proyecto. Ya estoy deseando verlo terminado ¡Go go go!

¿Y tú? ¿Le harías una mini Cafe Racer a tu hijo o hija?

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