Moto Guzzi Griso Cafe Racer

¿Te has preguntado alguna vez cómo sería una Moto Guzzi Griso Cafe Racer? Quizás tengas una y quieras personalizarla a tu gusto, pues pilla asiento herman@ y ponte cómod@. En este post voy a analizar un trabajo sobre este modelo de la marca Italiana ¡Oh yeah!

La Griso en una «moto grande», su alta cilindrada de casi 1200 cc y ese motor bicilíndrico en V transversal es todo un espectáculo. Impone bastante y llama la atención al no ver el típico bloque en línea japo. No es un modelo rompedor en ventas por lo que no hay «transformaciones masivas» de esta Guzzi, y eso es algo que me gusta mucho.
No sé lo que puedes pensar tú, pero creo que tener una moto fuera de lo común y que en una concentración no haya prácticamente ninguna parecida a la tuya, es todo puntazo dentro de este mundillo, hazme caso. Y por eso creo que los chicos de Officine Rossopuro han dado en el clavo.

El taller y famoso constructor afincado en la bonita ciudad italiana de Pescara, ha cambiado bastantes cosas del modelo original para tener una auténtica Moto Guzzi Griso Cafe Racer. A continuación te detallo lo más destacado:

  • Base: Moto Guzzi Griso 1200 8V de 2014.
  • Tiempo de construcción: 11 meses.
  • Apodo: «Anima Nera 1200».
  • Doble faro de LED incorporado en el frontal.
  • Horquilla invertida Marzocchi RAC 50 con ajuste de dureza y barras de 50 mm.
  • Piloto trasero doble integrado en cada tubo final del subchasis.
  • Instrumento digital Motogadget motoscope pro con velocímetro, cuentarrevoluciones y testigos integrados.
  • Carrocería artesanal hecha completamente en carbono. Formada por el cubre-depósito, colín, guardabarros y laterales.
  • Depósito de combustible fabricado en aluminio.
  • Discos de freno de mejor rendimiento Brembo T-Drive.
  • Colectores 2-2 con escapes homologados.
  • Subchasis nuevo acorde al nuevo diseño.
  • Llantas de aleación ligeras de la casa italiana Marchesini.
  • Neumáticos Sport de Pirelli.
  • Bombas de freno radiales.
  • Pintura en combinación de colores con un granate y negro satinado.

Personalmente me gusta mucho como han finalizado la moto, dejando un poco de lado el estilo clásico más puro y potenciando los toques modernos y aspectos originales de la bicha. Yo soy más de la vieja escuela, pero tengo que reconocer que este toque racing «neocafetero» también tiene su rollo. Y al menos no han caído en la típica transformación con depósito de clásica, llantas de radios y demás cambios a los que estamos ya más que acostumbrados.
Por poner un pero, yo hubiese apostado por un único faro delantero de mayor diámetro ¡Pero para gustos los colores!

Muchas gracias a Officine Rossopuro y a ti por leerme siempre jejeje. Ahora que has visto la burra:

¿Qué harías tú para hacer una Moto Guzzi Griso Cafe Racer completamente a tu gusto?

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